Fue un concierto extraordinario, alucinante diría yo, estábamos todos, cincuentones, cuarentones, teintañeros, veinteañeros y hasta doceañeros, todos entusiasmados.
En un determinado momento tuve la tentación de volverme y preguntarles a los jóvenes cercanos, qué nota sacaban ellos en el instituto. Lo que no se les podía negar era una memoria prodigiosa para recordar todas las letras.
No creáis que es broma, esto me hace hace plantearme algunas cuestiones de la enseñanza.
1 comentario:
Hola Nieves. Yo también haría lo mismo, me daría la vuelta y se lo preguntaría. Alucino cómo se saben las canciones y otras cosas que les interesan, en cambio cuánto les cuesta aprender lo de clase. Un saludo
Publicar un comentario